Entender el duelo y la pérdida
Cuando una persona pierde a alguien cercano, es natural pasar por un duelo. Este proceso lleva tiempo e involucra diferentes emociones y comportamientos. Las personas con cáncer y sus familias también pueden atravesar un duelo por otras pérdidas relacionadas al cáncer. Estas pueden incluir la pérdida de un seno, la pérdida de la fertilidad o la pérdida de la independencia. Los términos “duelo”, “luto” y “pesar” tienen pequeñas diferencias de significado: El duelo es la respuesta emocional de una persona ante la experiencia de una pérdida. El luto es el proceso de adaptarse a la vida después de una pérdida. Se ve influenciado por la sociedad, cultura y religión de la persona. El pesar es el estado de haber experimentado una pérdida. Las reacciones ante una pérdida se llaman reacciones del duelo. Varían mucho de persona en persona e incluso en la misma persona a lo largo del tiempo. Las reacciones frecuentes del duelo incluyen sentimientos, pensamientos, sensaciones físicas y comportamientos complicados. Sentimientos. Las personas que experimentaron una pérdida pueden tener una gran variedad de sentimientos. Estos pueden incluir conmoción, bloqueo, tristeza, negación, desesperanza, ansiedad, enojo, culpa, soledad, depresión, impotencia, alivio y anhelo. Una persona en duelo puede comenzar a llorar después de escuchar una canción o comentario que los haga pensar en la persona que falleció. O la persona puede no saber qué desencadenó su llanto. Pensamientos. Algunos patrones de pensamiento frecuentes incluyen rechazo, confusión, problemas para concentrarse, preocupaciones y alucinaciones. Sensaciones físicas. El duelo puede causar muchas sensaciones físicas. Estas incluyen opresión o peso en el pecho o garganta, náuseas o malestar estomacal, mareos, dolores de cabeza, entumecimiento físico, músculos debilitados o tensionados y fatiga. También puede hacerlo vulnerable a las enfermedades. Comportamientos. Una persona en duelo puede tener problemas para dormirse o permanecer dormido. También puede perder la energía para realizar actividades agradables. La persona puede perder interés en la comida o en socializar. Una persona en duelo puede volverse más irritable o agresiva. Otros comportamientos frecuentes incluyen inquietud y actividad excesiva. Cada persona experimenta el duelo de una forma diferente. Generalmente, una persona siente el duelo en olas o ciclos. Esto significa que hay períodos de sentimientos dolorosos e intensos que aparecen y desaparecen. Las personas pueden sentir que están progresando en el duelo cuando sienten menos dolor de forma temporal. Pero después de un tiempo, pueden volver a atravesar el duelo. Tales cambios en el duelo pueden ocurrir en fechas importantes, como fiestas o cumpleaños. A lo largo del tiempo, algunas personas experimentan estos ciclos de duelo con menor frecuencia mientras se adaptan a la pérdida. Los siguientes factores pueden afectar la naturaleza, intensidad y duración del duelo: La relación de la persona en duelo con la persona que falleció. La causa de la muerte. Por ejemplo, el proceso de duelo puede ser diferente si la persona falleció de repente o estuvo enferma por un tiempo largo. La edad y género de la persona en duelo. La historia de vida de la persona en duelo, incluidas las experiencias de pérdida anteriores. La personalidad y forma de afrontamiento de la persona en duelo. El apoyo disponible de amigos y familiares. Las costumbres y creencias religiosas o espirituales de la persona en duelo. El proceso del duelo suele ser más difícil si la persona tiene sentimientos no resueltos o conflictos con la persona que falleció. A las personas que sufren de un duelo complicado les puede resultar útil hablar con un terapeuta. Este puede incluir un trabajador social clínico, psicólogo o consejero espiritual.
El duelo: Cómo sobrellevar la muerte de un ser querido
Sobrellevar con la pérdida de un amigo cercano o un familiar podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La muerte de la pareja, un hermano o un padre puede causar un dolor especialmente profundo. Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aún así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión. Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar con el dolor que ésta conlleva. Las investigaciones indican que el paso del tiempo les permite a la mayoría de las personas recuperarse de la pérdida si pueda contar con apoyo de su entorno social y mantenga hábitos saludables. Aceptar la muerte de alguien cercano puede tomar desde meses hasta un año. No hay una duración “normal” de duelo. Usted tampoco debe anticipar que va a pasar por “fases de duelo” – investigaciones recientes han surgido que la mayoría de las personas no pasan por estas fases de forma progresiva. Si usted ha tenido una relación difícil con la persona fallecida, esto puede añadir otra dimensión al proceso de duelo. Podría necesitar reflexionar por algún tiempo antes de lograr mirar la relación con nuevos ojos y acostumbrarse a la pérdida. Si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con nuestras vidas, nos damos cuenta de que los seres humanos, por naturaleza, tenemos una gran capacidad de resiliencia. Pero algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Estas personas podrían pasar por lo que se conoce como duelo complicado y les podría beneficiar la ayuda de un profesional de salud mental calificado como un psicólogo que se especialice en el duelo. Cómo continuar con la vida Superar la pérdida de un amigo cercano o algún familiar toma tiempo, pero las investigaciones nos sugieren que esto puede ayudar a alcanzar un renovado sentido de propósito y dirección en la vida. A las personas que están pasando por el duelo podrían resultarles útiles algunas de estas estrategias para lidiar con su pérdida: Hable sobre la muerte de su ser querido con amigos y colegas para poder comprender qué ha sucedido y recordar a su amigo o familiar. Negarse que ocurrió la muerte lleva al aislamiento fácilmente y puede a la vez frustrar a las personas que forman su red de apoyo. Acepte sus sentimientos. Después de la muerte de alguien cercano, se puede experimentar todo tipo de emociones. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento. Cuídese a usted y a su familia. Comer bien, hacer ejercicio y descansarse le ayudará a superar cada día y a seguir adelante. Ayude a otras personas que también lidian con la pérdida. Al ayudar a los demás, se sentirá mejor usted también. Compartir anécdotas sobre los difuntos puede ayudar a todos a lidiar con la pérdida. Rememore y celebre la vida de su ser querido. Usted puede hacer un donativo a la entidad benéfica predilecta del difunto, enmarcar fotos de momentos felices que vivieron juntos, ponerle su nombre a un nuevo bebé o plantar un jardín en su memoria. La elección es suya — sólo usted sabe cuál es la forma más significativa a su mismo de honrar esa relación única. Si siente que sus emociones le abruman o que no puede superarlas, quizás hablar con un profesional de salud mental calificado como un psicólogo le podría ayudar a lidiar con sus sentimientos y recuperar el rumbo para salir adelante.
¿Qué dice la doctrina sobre la cremación?
El tema es de gran actualidad. Se está poniendo de moda pedir ser cremado… La cremación no es buena ni mala, pudiendo incluso ser utilizada como una necesidad en caso de peste, de catástrofes, en las cuales la corrupción lenta de un gran número de cadáveres puede ser peligrosa para la salud (exhalaciones pestilentes, contagios, etc.). La razón por la cual la Iglesia se opone a la cremación no es porque ésta en sí estaría contra el dogma de la resurrección. La resurrección de los cuerpos no se hace más difícil por la cremación que por la corrupción de los cuerpos. Dios, a partir de una minúscula célula del cuerpo humano (sea contenida en la ceniza funeraria, sea en el resultado de la corrupción orgánica) lo reconstituye por entero. Si la Iglesia condena la cremación es antes que nada porque ella se opone a la antiquísima tradición que remonta a los propios orígenes de la humanidad y que radica en los justos sentimientos de reverencia hacia el cuerpo humano, santificado por la intimidad con el alma elevada por la gracia, que lo convierte en templo vivo del Espíritu Santo. En los casos en que razones psicológicas (ciertas neurosis de ser enterrado vivo) u otras razones lleven a alguien a desear la cremación (o en los casos de calamidades antes mencionados), las cenizas del difunto deben ser guardadas con respeto, como las cenizas retiradas de la sepultura cuando se completa la deterioración del cadáver por medio de la corrupción orgánica. El lugar apropiado para guardarlas son las urnas en los cementerios donde las personas pueden ir a rezar y recordar piadosamente al finado. Pero cualquier lugar digno puede ser utilizado. Enterrar a los muertos es una de las obras de misericordia y a ella se dedicaron innumerables cofradías piadosas durante los siglos en que la fe predominó en la sociedad occidental. Lo más importante, sin embargo, es rezar por las almas de los fallecidos. En virtud de la caridad que demostremos hacia ellas, Dios nos dispensará abundantes gracias durante la vida y abreviará nuestro purgatorio después de la muerte.
¿Cómo mejorar el estado de ánimo y mantenerte feliz todo el día?
Visualiza que de una vez y por todas pudieras ser el jefe de tu estado de ánimo ¿Sería increíble, no es así? ¿A quién no le gustaría aprender a estimular su estado de ánimo? ¿Alguna vez te ha pasado que desde que despiertas ya estás de mal humor? Seguro que sí. Sin embargo, no solo los demás son los que pagan la cuenta de nuestro estado ánimo. Sino, también nosotros mismos ¿no es así La relación entre el estado de ánimo y la psicología positiva La psicología positiva es un movimiento nuevo y de rápido crecimiento dentro de la psicología regular, que se centra en la resiliencia, la vitalidad y la prosperidad de las personas. En la raíz de este movimiento está la idea de que la psicología ha mirado al hombre unilateralmente desde el modelo médico orientado a las quejas. Afortunadamente, cada vez hay más investigadores que prestan atención a la pregunta: ¿cómo podemos ayudar a las personas a llevar una existencia más placentera, significativa y comprometida?¿A mejorar su estado de ánimo de manera sencilla y eficaz? Esto parece arrojar ideas fundamentalmente diferentes a la (también importante) pregunta: ¿cómo podemos ayudar a las personas a deshacerse de sus quejas? Uno de los objetivos de la psicología positiva es estudiar deliberadamente cuáles estrategias y tácticas facilitan el bienestar interno de las personas. 5 Fortalezas que estimulan tu estado de ánimo ¿Eres optimista por naturaleza? ¿La curiosidad forma parte de tus entrañas? ¿Te encanta contar chistes y hacer reír a las personas? ¿O tal vez eres el primero que brinca de entusiasmo ante una buena idea? ¿Eres de los que siempre estás pendiente de los demás y te es fácil decir “te quiero”? A continuación las 5 fortalezas que todos llevamos dentro. Optimismo Curiosidad Entusiasmo Humor Amor Estas 5 fortalezas están en mayor o en menor medida dentro de ti. La idea es que escojas una (o varias) que realmente estén a flor de piel en tu personalidad. Un ejemplo para entender mejor: Tal vez eres una persona curiosa. Alguien a quien le gusta aprender cosas nuevas. Alguien que quiere saber como se hace esto o aquello. O quizás seas más bien una persona a quien le encanta expresar su amor a los demás. Cuidando de ellos, haciendo cosas para sus seres queridos. En cualquiera de los casos lo que se trata es que trabajes un rasgo (o varios) de tu personalidad que sea predominante dentro de ti. Con el objetivo de mejorar tu estado de ánimo y permanecer feliz todo el día. Ahora vamos a ver cómo podemos estimular cada una de estas cualidades. Fortaleza #1: Regálate una dosis de optimismo “El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños.”-Eleanor Roosevelt. Para fortalecer tu optimismo vamos a llevar un diario,paralelamente irás viendo pequeños cambios en tu estado de ánimo. A este cuaderno lo llamaremos “diario de éxito”. En él escribiremos a diario (de forma breve y sincera) todo lo que has alcanzado en tu día. Si lo mantienes de forma regular, verás como la positividad y la confianza se van apoderando de ti. ¿Sabías que los “errores” se quedan en tu memoria más tiempo? De hecho, según investigaciones hechas, la tendencia en casi todos es a recordar los errores 11 veces más que los éxitos logrados. Interesante, ¿no es así? Pero tú y yo vamos a cambiar esta tendencia. Con nuestro diario de éxito vamos a centrar nuestra atención en lo positivo del día. Con esto, nuestro optimismo va a florecer, sí o sí. Al principio notarás que no tienes mucho para escribir. Es normal, estamos haciendo una rutina y esto toma tiempo. Lo importante es que te enfoques en las cosas positivas del día, que serán las que escribiremos en la noche. Tareas que puedes anotar en tu diario de éxito Escribe cada pequeña victoria que hayas logrado ese día. Que te salió bien y porque te salió bien. Cómo te sientes con esta pequeña victoria. Anota cuando alguien te haya hecho un cumplido de cualquier índole (personal o de trabajo). Aprecia ese cumplido y felicítate por estar haciéndolo bien. Anota todas tus tareas terminadas y siéntete bien por las mismas. Escribe si hiciste feliz a alguien. Citas inspiradoras que hayas leído y que te hayan gustado. Fortaleza #2: Dale rienda suelta a tu curiosidad “La vida comienza al final de la zona de confort.”-Neale Donald Walsch. Si eres una persona inquieta, ávida de conocimientos. Dale rienda suelta a tu curiosidad probando cosas nuevas. ¿Tienes curiosidad por algo? Que nadie te frene. Proponte hacer un experimento pequeño o grande para aprender más sobre lo que te fascina. Realiza alguna actividad de la que solo con pensarlo se te ponga la piel de gallina. En tu zona de confort, te sientes a gusto y en el lado opuesto, te sientes muy incómodo. Sin embargo, en el medio hay una zona muy interesante, donde terminas cuando haces algo que no te atreves. En esta zona puedes descubrir talentos y capacidades que nunca imaginaste. Ponte en acción Sal a visitar un museo nuevo, echar un vistazo a la biblioteca local y ver que libros esperan por ti. Te gusta probar nuevos platillos. Entra a la cocina y prepara algo que nunca hayas comido antes. O visita un restaurante de comida exótica. Si buscas respuestas, si necesitas crear espacio dentro de ti ¡Piérdete un rato! Busca un lugar apartado donde te puedas ir de “retiro” unos días. Un lugar especial donde nunca hayas estado antes. Lo más probable es que encuentres algo muy especial. Luego apunta en un cuaderno al que podrías llamar “Mis curiosidades”, cómo te sientes con cada cosa que vas descubriendo. Estoy más que convencida que esto estimulará enormemente tu estado de animo. O mejor aún, haz algo con todo lo que tienes apuntado en tu cuaderno de curiosidades, por ejemplo, un folleto, una guía, un collage de fotos o un vídeo. La idea es que resulte ser algo hermoso. De lo que con
¿Cómo elegir flores para un funeral?
Las flores son uno de los elementos más importantes que forman parte de un funeral. Aunque este evento sea doloroso para los familiares y allegados del difunto, lo cierto es que es importante pensar y atinar en los elementos florales que formen parte de un funeral. Por esto, a continuación te explicamos cómo elegir las flores para un funeral. De esta manera conseguirás decorar esta actividad correctamente y realizarás el mejor homenaje a la persona fallecida. Planificación de la decoración del funeral Antes de decantarte por la compra de una flor determinada es recomendable que organices el funeral, principalmente en lo que respecta a su presupuesto económico. Es importante que tengas este factor en cuenta, puesto que las flores suponen un gasto adicional que en muchas ocasiones los responsables del funeral no pueden asumir. Para evitar esta situación, te recomendamos que a pesar de la dificultad del momento te informes convenientemente y obtengas varios presupuestos, tanto de funerarias como de floristerías especializadas. Una vez cuentes con estos, si consideras que su precio se escapa de tus posibilidades, puedes optar por decorar personalmente el funeral utilizando flores de tu propio jardín o recogidas en la calle. De hecho, puedes utilizar aquellas que pertenecían al difunto, de modo que funcionen como homenaje y memoria de la persona a la que vas a despedir. Selección de las flores Cada flor tiene un significado diferente, motivo por el que es importante que tengas en cuenta qué es lo que quieres transmitir durante el funeral decorando este evento con unas flores determinadas y descartando otras. En este sentido, no es de extrañar que la mayoría de los funerales opten por flores con significados especiales, que apelan al recuerdo del fallecido. Es el caso de las rosas, de los lirios o incluso de los claveles. Otra cuestión importante es el color o tonalidad de las flores que se debe seleccionar para este tipo de actividades. Al tratarse de un funeral, en este caso te recomendamos que te inclines por tonalidades claras, principalmente las flores blancas, pues transmiten armonía, sentimiento que es muy válido para despedir a una persona. Decoración del funeral La decoración del funeral dependerá del lugar en el que vaya a realizarse. El mismo puede ser en una iglesia, un tanatorio o una casa particular. Sin embargo, en todos ellos es importante que la presencia de las flores sea destacada aunque no protagónica. De hecho, tienes que intentar que las flores funcionen como un aspecto decorativo que dé valor a este acto pero que a la vez sea capaz de comunicar valores y transmitir sentimientos. Así, lo más recomendable es que las flores, bien en ramos, bien en coronas, se sitúen detrás del féretro y a sus lados. De igual manera, puedes optar por repartir una flor individual a cada persona que acuda al funeral. Con este pequeño acto estarás mostrando tu respeto hacia el difunto, así como tu voluntad de memoria hacia esta persona y gratitud a las personas que asisten al evento.
Importancia de las emociones positivas
¿Cuál es la importancia de las emociones positivas? Investigaciones recientes han demostrado que las emociones y los sentimientos constituyen un aspecto central de la humanidad; las emociones positivas (las alegrías) deben ser seleccionadas y preferidas a las emociones negativas. Para lograr comprender al ser humano en su totalidad, incluso para que podamos vivir mejor como sociedad, es necesario que seamos capaces de “organizar nuestras emociones de tal modo que podamos cultivar las mejores emociones y eliminar las peores”. Incluso va aún más lejos y se afirma que “el objetivo de una buena educación” en general “es organizar nuestras emociones”. Todo esto resalta la importancia de las emociones positivas. Esta propuesta sorprende no solo por el hecho de que las emociones y los sentimientos hayan sido descuidados por mucho tiempo por la ciencia, al ser considerados «subjetivos» o privados, sino también porque es un descubrimiento que va en contra de muchas maneras de pensar que a simple vista parecieran de «sentido común». Pero, ¿cuál sería la novedad de esto, pues pareciera que se trata de algo infantil… ? Todos sabemos, o al menos todos intentamos pasarla bien y procurar tener emociones relacionadas con la felicidad. ¿Qué es lo nuevo de esto? Pues bien, si bien es cierto que todos buscamos ser felices y experimentar el mayor número de emociones positivas posibles, también es cierto que emitimos juicios negativos muy fuertes en contra de nosotros mismos cuando nos equivocamos o cuando estamos mal. Es decir que frente a una emoción negativa, reaccionamos diciendo NO, y por pura voluntad la negamos. “La mejor manera de contrarrestar una emoción negativa concreta es tener una emoción positiva muy muy fuerte” (Antonio Damasio). Es decir que paradójicamente, la fuerza de voluntad no tiene que ver con negar lo que uno quiere cambiar, ni entrar en desacuerdo consigo mismo. La fuerza de voluntad es más bien un “método para educar a la razón en la búsqueda de un estímulo que pueda volverte positivo, y así que se pueda reprimir la emoción negativa”. Y efectivamente, cuyo optimismo no consiste en decir «diviértase», ni dedíquese a tener placeres únicamente; el optimismo consiste en invitar a una tarea de selección en la que se toma parte exclusivamente de las emociones positivas. Es decir que «toda tristeza es considerada mala». Esto no impide sin embargo que las tristezas sean inevitables; la muerte, el sufrimiento, que nos acompañan durante toda la vida, son tristezas inevitables. Quiere decir únicamente que no se verá en la tristeza nada de bueno, de útil ni de fecundo (son simplemente inevitables).
La planificación anticipada de un funeral
El tema de la muerte es difícil de tratar. Pero dejando la incomodidad de lado, se puede hablar de la planificación temprana de un funeral con el fin de evitar contratiempos cuando suceda lo inevitable. Cuando se habla con tiempo se pueden tomar decisiones inteligentes desde el punto de vista financiero, lo que ayuda a evitar mayores mortificaciones si todo se hace de improvise y sobre la marcha. De ahí la importancia de tener una planificación previa. Los interesados incluso pueden adquirir una póliza de seguro que cubra los gastos ocasionados por el funeral. Nunca es demasiado temprano para empezar esta planificación. Lo ideal es comenzar con una lista de información dirigida a un familiar de confianza, un albacea o un director de servicios fúnebres. Incluya lo siguiente en la lista: • Nombre • Fecha de nacimiento • Lugar de nacimiento • Número de Seguro Social • Ubicación del testamento (si aplica) • Lugar del sepulcro (si un cementerio) o crematorio • Si desea ser donador de órganos • Nombre de la funeraria • Copias de los recibos y los contratos de los servicios comprados Cualquier otra información importante, como la ubicación de cajas de seguridad, los nombres de abogados, etc. Hay buenas razones para la planificación previa. Todos los arreglos pueden ser considerados a fondo y especificadas para que respondan a los deseos de una persona. Si la persona tiene una preferencia en el cementerio o prefiere ser enterrado en un mausoleo, estas solicitudes pueden ser expresadas por el interesado y no asumidas por miembros de la familia. Planificar con tiempo le permite a las personas revisar y comparar los servicios necesarios y es importante gastar el dinero sabiamente. La pre-planificación también ayuda a evitar la inflación de los costos más tarde.
¿Cuál es tu propósito de vida?
Mira a tu alrededor y piensa cuántas personas tienen un propósito de vida claro con el que sienten que la vida tiene sentido. Seguramente puedas contarlas con tus manos y eso es preocupante. Vivimos bajo una crisis de identidad que está extendida entre la mayoría. Muchos son aquellos que llegan al final de sus días y se preguntan: ¿Ha valido la pena? ¿Ha tenido algún sentido estar por aquí? ¿He vivido la vida que deseaba? Normalmente son preguntas que surgen en nuestro lecho de muerte y que pasamos por alto en nuestra existencia. “Nos pasamos la vida dándole importancia a cosas mundanas y cuando nos decidimos abordar temas importantes ya es demasiado tarde”. A pesar de todo, sí que es cierto que ha crecido el número de personas interesadas por el sentido de la vida. Muchas de ellas en su fuero interno piensan que la vida es algo más que seguir las fases que la sociedad te va dictando hasta el día de tu muerte. Por eso vemos una creciente demanda de personas en búsqueda de sus talentos, pasiones y con necesidad de llevar a cabo su vocación. El propósito de vida desde diferentes perspectivas Cuando hablamos de propósito de vida puede ser enfocado desde muchos puntos de vista diferentes. Propósito de vida desde la biología Desde un punto de vista biológico el propósito de vida es claro: procrear y perpetuar la especie.No hay mucho más que añadir. Si fuésemos totalmente racionales y nos importase un carajo la vertiente más espiritual entonces el propósito de vida del ser humano estaría más que satisfecho. Pero únicamente procreando y teniendo descendencia no es suficiente para que la inmensa mayoría de personas se sientan satisfechas, ¿verdad? Propósito de vida desde el mundo moderno Este varía de sociedad en sociedad y de persona en persona. Seguramente en la época de los abuelos el propósito de la vida era encontrar a alguien a quien amar toda la vida, trabajar, traer comida a casa y dejar descendencia. En los tiempos modernos, quizá, para alguien sea disfrutar cada momento al máximo, tener un trabajo que de mucha plata y experimentar la vida viajando. Algunos con un carácter un poco más espiritual intentan dar con su talento y su vocación para tener así una vida con propósito. Como parece ser que no hay un propósito de vida especifico y definido para la raza humana, entonces cada cual intenta dar sentido a su existencia de múltiples formas. Propósito de vida desde el mundo oriental Quiere decir la propuesta que nace de corrientes como el budismo, el taoísmo, el zen y del hinduismo (normalmente todas beben de esta última). Todas beben del concepto de Dharma, que viene a ser propósito de vida. Da una solución universal para todos los seres humanos y todas las cosas. Sin importar la sociedad, raza o sexo. Todo en esta vida tiene un Dharma y cuando somos capaces de honrarlo, aceptarlo y dejarlo fluir es cuando descansaremos en nuestro propósito de vida. Qué es el propósito de vida y cómo podemos entenderlo para encontrarlo El propósito de vida es… La intención con la que algo (animal, humano, piedra, planeta, célula, cualquier cosa) se expresa en la existencia permitiéndose ser tal cual es y siguiendo el flujo natural de lo que es. Para hacerlo sencillo vamos a imaginarnos un árbol. ¿Cuál sería el propósito de vida de un árbol? El hinduismo diría: ser un árbol. ¿Y si el árbol fuese un limonero? Pues ser un árbol que se expresa como un limonero. Esto quiere decir que el limonero debería expresarse como un árbol y a su vez como un limonero. Así, entonces, el limonero deberá crear raíces, nutrirse del agua, la tierra y el sol, fortalecer su tronco, desprender su fragancia de limón y crear limones ácidos. Esto lo vemos claro con un árbol pero no lo vemos claro con nosotros mismos. Ahora imagínate que el limonero tuviese consciencia de sí mismo, lo que quiere decir que se daría cuenta de su propia existencia. Esto le permitiría separarse de su propia naturaleza” automatizada” y ser un observador. Ahora tiene la capacidad de cambiar esa “intención” que le vino de manera natural. Imaginemos entonces que el limonero observa que cerca suyo hay un naranjo. Tiene una forma diferente, una fragancia característica, unos frutos distintos y un sabor peculiar. Entonces se le ocurre por voluntad propia que quiere ser como un naranjo. Se esfuerza por tener la misma forma, sacar los mismos frutos, conseguir el mismo sabor pero fracasa estrepitosamente. El limonero maldice a la vida y a la existencia porque se encuentra separado de todo y la vida no tiene ningún sentido. Se creé que va sin propósito y entra en una fuerte crisis existencial. ¿Qué se le diría al limonero para que encontrase el sentido de la vida y se sintiese con un propósito de vida? Tú lo que tendrías que haber hecho desde el inicio es además de expresarte como un árbol es: crecer, expandirte y fluir como limonero que eres. Porque además de expresar lo que eres, se te da genial dar limones. Olvidaste quien eres, te perdiste y ya no volviste a ver claramente. ¿Esto no te suena al escenario de miles de personas? Todos los humanos sabemos nuestro propósito de vida simplemente lo tenemos que recordar De la misma manera que el limonero quiso ser un naranjo y se olvidó de que su naturaleza era ser un árbol expresándose como limonero. La mayoría de personas confundidas por la educación que recibimos, la sociedad, amistades y nuestra familia hace que olvidemos esta verdad. Si tu dejas a un niño que exprese su verdadera naturaleza y crezca en la vida a través de la experimentación lo que va a ocurrir es que se va a auto descubrir de manera natural y no se sentirá perdido. Por otra parte, si sistematizas todo y creas un camino de rigidez, lo que va a ocurrir es que vas a crear una sociedad
Vencer los miedos para descubrir una pasión
No sé si te sonará esta historia pero… Muchas personas con miedos toda mi vida. Miedo al ataque, al rechazo, a ser menos que los demás… Ese cóctel de miedos ocupa un gran espacio en la mente e impide disfrutar de la soledad. No sólo eso, nos hace depender de los demás para sentirnos seguros. En definitiva, nos impedimos ser nosotros mismos. Creemos en esa sensación y por ello no nos abandona. Lo que pasa es que ahora es bastante más chiquitita; es como un coleguilla que sabemos que está pero no siempre le cojemos las llamadas. Y te preguntarás, “¿dices que con un viaje has llegado a reducir y vencer tus miedos?” No, tranquilo, están siendo años de trabajo y todavía nos queda mucho por hacer. Pero hoy conocemos el principio del camino. Cuando nos damos cuenta de que nuestros miedos nos limitan a cumplir nuestros sueños. Una creencia que nos limita es “si no me enfrento a lo que me da miedo, estaré seguro”. Nos podemos imaginar la frustración cuando tenemos delante una oportunidad y no eres capaz de aprovecharla por el miedo paralizante, es decir, miedo era un impedimento para cumplir los sueños. Cómo ganamos la determinación para irnos de viaje Verdaderamente lo pasamos mal porque deseamos con todas nuestras fuerzas hacer algo que nos aterra. Y alguien sabio dice: “Imagínate allí. Imagínate en el sitio donde quieres estar, rodeada de gente interesante. Haciendo lo que te gusta y orgulloso de haber dado el paso”. A todos nos suena a cuento Disney porque para qué ibmosa a pensar en algo que no existía pero accedemos porque necesitamos algo que nos ayude a desbloquear esa parálisis por inseguridad. Confiémos y dejémonos llevar por el hormigueo que sentimos por dentro imaginándonos “allí”. La sensación que sentimos al hacerlo es increíblemente potente y pensamos: “Sí, esto es lo que quiero y lo voy a hacer”. Así que sin saberlo empezamos a poner en práctica la visualización para superar nuestros obstáculos. Ese “viaje” se nos convierte en la semilla de nuestro proceso de autoconocimiento ya que por primera vez nos ponemos a prueba conscientemente enfrentándonos a nuestros miedos: identificándolos, sintiéndolos, entendiendo para que estaban ahí y qué ocultaban. A partir de ahí el trabajo es arduo, porque indagar no es nada fácil, pero la recompensa vale la pena. La conquista a fuera de la zona de confort A medida que se acerca el viaje la ansiedad va en aumento. Cada cosa que superamos es un pequeño hito y eso nos refuerza muchísimo. ¡Estamos siendo capaces! Cuando te vas enfrentando a los miedos te acabas por dar cuenta que no son para tanto. Nuestros miedos iniciales van evolucionando porque vamos demostrado que somos capaces de vencerlos. Y no es que hubiesen desaparecido sino que no nos paralizan. Ahora, cada día debemos de tomarlo a modo de reto, ¿Seré capaz de hacer tal cosa hoy? Y nos vamos encontrando cada vez más cómodos en esa nueva situación. Empezamos a hacer de forma automática las cosas que nuestra inseguridad nos habían impedido hacer. Salir de tu zona de confort te convierte en alguien más valiente. Intentamos dejar de controlar lo que nos inquieta, como querer entender todo en cada conversación, decir cada cosa que queremos perfectamente bien, dar un paseo por los caminos solos… Nos damos cuenta de que siempre tratamos de tenerlo todo bien amarrado para no tener que exponernos pero, en cambio, queremos ser más espontáneos, así que simplemente nos enfocamos en soltar un poco las cuerdas. Cuando se me presentaba un dilema de tener que elegir si hacer algo o no, tratamos de escucharme para saber qué nos apetece y de qué nos podríamos arrepentir si nos quedamos con las ganas. Desafortunadamente, no lo sabemos en aquel momento porque hubiéramos avanzado mucho más rápido, pero todo viene en el momento preciso. El viaje como un método para conocernos y aumentar mi valía Qué pasó? Que nos damos cuenta de que somos feliz. Me encontramos plenos, ilusionados y satisfechos. Estamos en el lugar adecuado en el momento adecuado. Aquella sensación es un referente nos sirve de guía en muchos momentos de la vida cuando sentimos que perdemos el rumbo. No sabemos exactamente cómo lo vamos a conseguir pero sabemos lo que queremos y tenemos la confianza dentro para saber que podemos hacerlo. Siempre decimos que “aquel viaje” nos cambia la vida porque aunque es sólo el principio del camino, ese fue el paso más importante. Y además descubrimos nuestras pasiones: ayudar a otros a mejorar su calidad de vida, relacionarnos con la naturaleza de una forma más respetuosa y, conectar gente inspiradora que hace lo que puede para dejar un mundo mejor. Si lo que queremos es descubrir la pasión y sentirnos libre para desarrollarla, estamos en el sitio adecuado en este momento. El resultado y un ejercicio práctico Cuando te evitas y no te escuchas empiezan a nacer las preguntas del alma. ¿Ese trabajo me llenaba realmente? ¿Era eso que me hacía vibrar y que había identificado como mi pasión? Tenemos claro lo que queremos pero nos sentimos perdidos sobre cómo hacerlo, cómo empezar… Tratemos de una introspección guiada imaginándonos “¿qué haría si no tuviera miedo? ¿Quién y cómo sería?” Debemos vernos dueños de nuestra vide, de nuestras decisiones, elijamos querer vivir libremente, sentirnos empoderados y feliz. En ese momento descubrimos que hay dos de nosotros: lo que somos y lo que queremos ser… Y ahí empieza lo duro: cada vez que tenemos que tomar una decisión tenemos que tener presente lo que somos y lo que queremos ser. ¿A dónde nos lleva todo esto? A crear nuestros sueños. En ese viaje de ida y vuelta a otra realidad, que nos pone a prueba y a través del que, casi sin lugar a duda, te nos vamos a conocer un poco mejor. Recuerda: Identifica a qué tienes miedo. Visualízate en la situación concreta al haberlo superado. Sé consciente de cada hito superado, por pequeño que sea. Conoce tu versión sin miedo al máximo exponente. Libérate de la presión de controlar cada situación que te inquieta. Cuando notes que algo te incomoda, indaga sobre
Recordando a tus seres queridos con amor y no con tristeza
«No podemos volver a tener a la persona entre nosotros, pero sí podemos cambiar la actitud para sentirnos mejor con la pérdida» Las emociones tienen una función evolutiva, significan algo y nos dan información. La ansiedad o el miedo nos avisan de la presencia de una amenaza y la tristeza, de que existe algo en nuestra vida que no funciona bien. Tener ansiedad o pena permite que adoptemos posturas o intervengamos para poner fin al estresor o al malestar. Incluso cuando el origen de ese malestar no tenga solución. No podemos volver a tener a la persona entre nosotros, pero sí podemos cambiar la actitud para sentirnos mejor con la pérdida. Como podemos avanzar en este viaje: Acepta el hecho. Es cierto que la actitud optimista es una gran aliada en nuestra vida, pero hay situaciones que requieren de la tristeza y la frustración. Acepta que te sientes así y el motivo por el que lo sientes. Sufrir no significa querer más a la persona. Cuando recordamos a las personas que se han ido, parece que tuviéramos que hacerlo con pena y no con risa. En nuestra sociedad relacionamos la pena por alguien con el amor que le profesábamos. Y si no lloras, no lo sientes. Es un error. Las muestras de amor son la dedicación, el tiempo compartido, la comprensión, la ayuda que has prestado, el cariño, la comunicación, pero no la tristeza por la pérdida. Quédate con todo lo que aportó esa persona a tu vida. Aprende a disfrutar de la persona fallecida. Recordar aviva los sentimientos y emociones y podemos llegar a experimentar emociones idénticas a las vividas en la situación real. Piensa en cómo le gustaría a tu ser querido que estuvieras pasando el día hoy, y trata de “complacerle”. Las personas a las que amamos nos desean el bien y quieren que seamos felices. Sufrir por el que no está es una conducta normal, pero seguro que no es lo que la persona fallecida hubiera elegido para ti. Querría que estuvieras viviendo una vida serena, aprovechando los momentos pequeños de la vida y que siguieras disfrutando de todo. La persona deja de estar físicamente presente, pero no tienes por qué olvidarla. A muchas personas les consuela seguir en contacto con su pareja, sus hijos, amigos, un familiar muy querido después de la muerte. Hablar con la persona, pedirle ayuda, recordar son conductas normales y saludables, siempre que te hagan sentir bien.