El duelo no finaliza como por arte de magia en un momento determinado después de la muerte de un ser querido. Los recuerdos a menudo traen de vuelta el dolor de la pérdida. A continuación encontrarás algunos consejos para afrontar la situación y recuperarte.
Cuando un ser querido fallece, es posible que te enfrentes a un sentimiento de aflicción por esa pérdida una y otra vez, incluso varios años después. La aflicción puede regresar el día del aniversario de la muerte de tu ser querido o en otro día especial del año.
Estos sentimientos, a veces llamados «reacción ante los aniversarios», no necesariamente son un traspié en el proceso de luto. Te demuestran que la vida de tu ser querido fue importante para ti.
Para continuar en el camino hacia la recuperación, debes saber qué esperar y cómo sobrellevar lo que te recuerda tu pérdida.
Es inevitable que ciertas cosas te recuerden a tu ser querido, como una visita a la tumba de esa persona, el aniversario de su muerte, los días festivos, los cumpleaños o nuevos sucesos que sabes que la persona habría disfrutado. Incluso las celebraciones conmemorativas para otros pueden desencadenar el dolor de tu propia pérdida.
Los recordatorios también pueden estar relacionados con las imágenes, los sonidos y los olores, y pueden ser inesperados. Es posible que de repente te sienta inundado de emociones cuando pases por el restaurante que tu pareja amaba o cuando escuches la canción favorita de tu hijo.
La evolución del duelo es impredecible. Las reacciones ante los aniversarios algunas veces pueden durar días o —en los casos más extremos— mucho más tiempo. Durante una reacción ante un aniversario posiblemente tengas las emociones y las reacciones intensas que tuviste en el momento de la pérdida de tu ser querido, tales como:
- Ira
- Ansiedad
- Episodios de llanto
- Depresión
- Fatiga o falta de energía
- Culpa
- Soledad
- Dolor
- Tristeza
- Problemas para dormir
Las reacciones ante los aniversarios también pueden evocar recuerdos intensos de los sentimientos y los acontecimientos relacionados con la muerte de tu ser querido. Por ejemplo, podrías recordar con lujo de detalles dónde estabas y qué estabas haciendo cuando murió tu ser querido.
No hay un límite de tiempo para el duelo, y las reacciones ante aniversarios pueden afectarte. Sin embargo, la intensidad del duelo suele disminuir con el tiempo.
Si con el tiempo el duelo empeora en lugar de mejorar o interfiere en tu capacidad de desenvolverte en la vida diaria, consulta con un terapeuta de duelo u otro proveedor de atención de la salud mental. El duelo no resuelto o complicado puede derivar en depresión, otros problemas de salud mental y otras enfermedades. No obstante, con ayuda profesional, podrás restablecer la sensación de control y dirección en tu vida y volver al camino de la recuperación.